Prensa/Minhvi, 11 de abril 2016.- El
presidente del Instituto Nacional de Tierras Urbanas, José Aranguren a
propósito de la discusión de Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad
a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y otros
Programas Habitacionales del Sector Público, destacó que el diputado de
oposición Julio Borges (PJ), se burla del millón de familias
beneficiadas con esta propuesta de Ley fundamentándola con un supuesto
vacío legal sobre el tema de la propiedad.
“El
diputado Julio Borges, no solamente se burla de los más de un millón de
familias beneficiadas por la GMVV, sino que además, se burla de todos
los venezolanos. Fue el primero en atacar de manera irresponsable a la
GMVV, llamándolas misión maqueta, es el mismo diputado que junto a otros
que están en la Asamblea Nacional, que cuando se le llevaba la
solicitud de un crédito adicional para la GMVV en la AN, votaban en
contra”.
En
este particular, el presidente del INTU, quien es abogado apuntó que la
mentira disfrazada de este proyecto de ley se desmonta “cuando uno lee
los párrafos y los artículos encuentra que en las disposiciones finales
establece la derogatoria de las leyes creadas por nuestro Comandante
Supremo para la Gran Misión Vivienda Venezuela”.
La
Gran Misión Vivienda Venezuela, es un programa social que nació en base
a la activación de un conjunto de vértices de acción y leyes que le
dieron viabilidad con el propósito de saldar la deuda generada por la
ineficiente gestión de los gobiernos de la cuarta República en materia
habitacional, los cuales condenaron al pueblo venezolano a vivir en los
sectores más vulnerables del país.
En
este sentido, Aranguren realizó un análisis del desarrollo histórico de
la vivienda en Venezuela “el origen de la GMVV, precisamente fue la
generación de una deuda acumulada durante muchos años, por el desarrollo
de políticas errada durante los gobiernos adecos –copeyanos de la
cuarta República, que de alguna manera implicó que en el año 2011,
nosotros tuviésemos más de tres millones de familia sin viviendas”.
Recordó
la etapa del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (AD), el cual
planteó como política de vivienda, las soluciones habitacionales “que no
era otra cosa que entregar cuatro pacas de cemento y unas latas de zinc
y esos era contabilizado en las estadísticas nacionales, como vivienda
construidas por el Estado venezolano” apuntó Aranguren.
Detalló,
que luego se pasó a una etapa muy popular donde se construían unas
casas de 40 metros cuadrados y estas casas recibieron la denominación
coloquial de cajas de fósforo.
De
igual forma, resaltó que en los años 80 y el período neoliberal en
Venezuela, el pueblo fue testigo cómo el extinto Instituto Nacional de
Vivienda (Inavi), pasó por un proceso de desmontaje. “Es decir
progresivamente se le fue quitando el ámbito de acción de construcción
de vivienda a nivel nacional, lo fueron dejando como un cascarón vacío
prácticamente se le dio la responsabilidad de construir viviendas en
nuestro país a las empresas privadas obviamente ligada a la Cámara de la
Construcción”.
Señaló
dos características del mecanismo empleado por las constructoras “uno,
comenzaron a venderse proyectos en preventas y dos las viviendas eran
construidas por las empresas privadas cuyo fin era el ánimo de lucro.
Eran viviendas que no estaban dirigidas a los sectores populares, cuando
mucho tenía acceso la clase media”, apuntó.
Respecto
a este punto resaltó, que detrás de estas preventas estafaron a
muchísimas familias en el país “y el entonces hoy extinto Congreso
Nacional, donde estaban muchos de los diputados que hoy están en la
Asamblea Nacional representando a los sectores de la MUD (Mesa de la
Unidad Democrática), no hicieron absolutamente nada. Agregó que
“muchísimas familias quedaron estafadas y las empresas de maletín
ofertando proyectos inmobiliarios, se convirtió en un mecanismo para
estafar a nuestro pueblo y todo esto pasaba en las narices de los
gobiernos de la cuarta República y nadie hacía nada”.
Aranguren
recordó que mediados de los años 90, la materia habitacional tomó un
auge fundamental, con los llamados créditos indexados y mal llamados
créditos mexicanos; eran créditos que las familias solicitaban para la
adquisición de viviendas y vehículos pagando cuotas y cuando solicitaban
los estados de cuenta debían más de los que se había otorgado en
crédito.
“Esa
etapa de auge correspondió con construcciones en la Gran Caracas,
sobretodo en el eje Guarenas – Guatire, correspondiente a los
municipios Plaza y Zamora, mucha viviendas de esas fueron adquiridas con
esos mecanismos que perjudicada a las partes que suscribía el
contrato”, detalló.
Y
fue con la llegada de la Revolución Bolivariana, el Gobierno de
Comandante Supremo Hugo Chávez emitió un recurso de amparo ante el
Tribunal Supremo de Justicia, el cual dejó sin efecto la utilización de
este mecanismo de estafa, y de alguna manera se reivindicó el derecho a
miles de familias que estaban en una situación precaria.
“Cabe
la pena acotar que en esa etapa, algunas de las familias que habían
adquirido sus créditos y ante la desesperación de todos los jefes y
jefas de familia de perder sus viviendas e ir a la calle, muchos
terminaron acabando con sus vidas y eso no les importaba a los gobiernos
de la cuarta República”.
Por
esta y muchas razones es que surge la Gran Misión Vivienda Venezuela,
que este mes arriba a su quinto aniversario, la cual tiene como
objetivo, la realización de 3 millones de viviendas y a la fecha ha
construido más de 1 millón de viviendas, “ese es un hecho inédito a
nivel mundial. Ningún país desde el punto de vista estadístico,
porcentualmente por el número de habitantes que tiene Venezuela, ningún
país en el mundo está construyendo tantas viviendas como la estamos
haciendo en nuestro país”, expresó el presidente del INTU.
Asimismo
resaltó que en ningún país se le da al Poder Popular el protagonismo
para que sean ellos mismo los que construyan sus viviendas.
“Hay
un conjuntos de experiencias a nivel nacional que confirman que es el
mecanismos más exitoso que tenemos en el marco de la GMVV, porque son
las familias organizadas las que construyen sus viviendas. Nuestro
pueblo se forma que es un pueblo trabajador para que poder junto al
Estado llevar a delante la satisfacción de una necesidad básica
fundamental, la materialización de un derecho constitucional que es el
derecho a la vivienda”, acotó Aranguren.
Prensa Minhvi: Desiree Rengifo
Gráfica: Prensa Minhvi
Contacto:
minhviprensa@gmail.com